Ante la inminente llegada del tiempo litúrgico de Adviento, la Festividad de la Inmaculada Concepción (8 de dic.), la Natividad del Señor (25 de dic.), y la Fiesta de Santa María, Madre de Dios (1 de enero), el equipo de priostía de nuestra Hermandad ha decidido que la Santísima Virgen de las Angustias luzca el terno conocido popularmente como “de hebrea”. Tradicionalmente, desde la primera mitad del siglo XX a partir de cuya fecha se intensificó su popularidad entre las Dolorosas Sevillanas, por iniciativa de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, este conjunto de textiles emplea los colores rojo para el vestido, azul para el manto y blanco para el tocado, los cuales se suelen elegir para vestir a la Virgen en el tiempo de Cuaresma, como se ha venido haciendo cada año.
Sin embargo, y valorando que estos colores iluminarían la efigie de la Madre de Dios de una forma especial para este tiempo de júbilo que se nos avecina, sin olvidar el pasaje de la Pasión que representa, se han considerado más acordes para las fiestas litúrgicas antes citadas. Además, fueron colores utilizados en varias representaciones pictóricas de la Inmaculada Concepción (Francisco Pacheco, Inmaculada de Miguel del Cid. 1619, Catedral de Sevilla; Pedro Pablo Rubens, La Inmaculada Concepción. 1628-1629, Museo del Prado; Antonio del Castillo, La Inmaculada Concepción. Hacia 1645, Museo del Prado), antes del definitivo encumbramiento del blanco y azul, muy empleados por Bartolomé Esteban Murillo en sus Inmaculadas a partir de la quinta década del siglo XVII. En definitiva, una nueva forma de ver a nuestra Amantísima Titular en el tiempo de Adviento y Navidad, para cuyo periodo las flores de pascua ya adornan el altar de nuestros Titulares.
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